Me sorprende ver la manera tan práctica como tienden la ropa, los joyeros y zapateros sentados en el suelo, ayudándose con pies y manos, los paletas que con andamios de bambú alcanzan grandes alturas, la vida dura de las mujeres cargando cestas llenas de arena en vez de usar carretillas, cocinando en el suelo con maderitas, lavando en los ríos, niñas recogiendo papeles callejeros, personas con caras pintadas y vestidos llamativos pidiendo unas monedas, la religiosidad con su constante presencia, muchos trabajadores usando la calle como su taller, la cantidad de flores por doquier...
